Lo que un día fue, no será.

Sábado por la tarde, unos cuantos mensajes, un beso y un mal polvo acabaron con dos amistades.

Con tanto miedo de perdernos y al primer error no supimos que hacer, nos alejamos tan rápido y probablemente el orgullo de ambos nos haga sacarnos de la vida del otro en menos de lo esperado. Como último acto de amor te dejaré plasmado en letras y te dedicaré una canción, así trataré de calmar el dolor que dejas en mi corazón.  

No me arrepiento de ese domingo en la madrugada, tal vez inconscientemente quise tenerte en mis brazos, tal vez te deseaba o simplemente fue la borrachera, es una buena coartada para desviar alguna pregunta. Gracias por ese momento tan íntimo, lo poco que recuerdo estará muy dentro de mí y sobre todo, el cariño que me has dado hasta entonces, me apena que las cosas no hayan quedado hasta ahí, tal vez con un sol de madurez y evitar jugar con fuego, hubiéramos salvado nuestra amistad, pero elegimos seguir jugando hasta que uno de los dos terminara lastimado y eso fue lo que acabo todo. 

Te quiero recordar como mi real, una amistad muy bonita, todo lo que fuimos antes de arruinarlo ese sábado por la tarde, tendré que crecer a partir del vacío que dejas en mi corazón y agradezco por el tiempo que me has brindado.

La traición que me has causado no te la puedo perdonar de la noche a la mañana, sin embargo te otorgo el perdón para estar bien conmigo misma, quiero superar este momento y seguir. Hoy pongo un punto a nuestra amistad, con el tiempo veremos si logra ser un punto aparte o queda como un punto final.